Por: Carlos Villamarín
Pregunta N.º 1: ¿Cómo fue su vida antes de ser docente?
Respuesta del docente: “La vida de Juan Carlos Quintero ha sido una vida de altibajos, situaciones curiosas. No de una persona normal, o de una familia normal. Me gradué a los catorce años. Comencé siendo un “nerd”, aunque he cambiado mucho en la vida, y pienso que con estas preguntas te vas a dar cuenta. Yo era un “nerd” en el colegio, un come-libros. Gané una beca de Ecopetrol en Los Andes y me fui a estudiar a los quince años.
Mi inteligencia emocional era casi nula, lo único que tenía era una inteligencia lógico-matemática muy desarrollada debido a que era muy lector y me comía todos los libros de Baldor. Recuerdo que realicé todos los ejercicios de sus libros, tanto los de Álgebra, como los de Aritmética y Geometría de Baldor. Esa era mi distracción.
En el colegio tuve que hacerles el trabajo a los compañeros para que no me pegaran. O sea, soy el ejemplo de una persona “bullyneada” al cien por ciento. Después de eso, mis papás se separaron de una forma muy fuerte para mí. A mí me llamó la mujer de mi papá a la pensión en Bogotá (ella vivía en Montería) a decirme que era la mujer de mi papá. No sé con qué fin hizo eso, pero para mí fue un shock muy fuerte. Me fui caminando de Los Andes cuando me enteré de eso a mi casa. Unas 140 cuadras más o menos. Caminando y llorando en el camino me cayó una granizada, aún me acuerdo, pero a mí no me importaba la granizada. Yo estaba destrozado porque pensé que mi familia era unida. Y en ese momento, que tenía tantos vacíos, era muy vulnerable; tener una familia unida era lo que más me llenaba, me sostenía. Entonces, cuando esa familia se disolvió, yo no tenía dónde asirme porque mi idea de Dios en ese momento era de un Dios que estaba dentro de un templo, un Dios que era castigador. Y de pronto tampoco pude asirme a Dios en ese momento, no tenía una fe madura.
Después de eso, trabajé en Bogotá cinco años en una empresa de ingeniería ambiental. Mi mamá estaba muy mal económicamente. Y me fui a Cartagena a trabajar y estudiar. Estudié la carrera de ingeniería civil, porque mi tío era ingeniero civil, pero nunca me enamoré de la carrera. Al final la terminé, pero después de tantos años, ocho exactamente, me terminé dedicando a la política. He sido uno de los candidatos más jóvenes al Concejo de Cartagena, cuando tenía dieciocho años. Me subía a los buses y busetas de Cartagena haciendo mi campaña. Obtuvimos quinientos veinte votos, pero necesitábamos tres mil.
Luego de eso, trabajé en el sector público apoyando a un grupo político muy tradicional de Cartagena. Hasta que, por cosas del destino, en este momento digo cosas de Dios, llegó a mi oficina el director de familia del Gimnasio Cartagena, Julio Burbano, preguntando por un ingeniero para que le diera una charla a los alumnos del GC en Turbaco de último año. Yo me ofrecí, fui a Turbaco, y les di una charla a los muchachos sobre los proyectos que se iban a realizar en la ciudad próximamente (Emisario Submarino, La Bocana, Transcaribe). Y después le dije al director de familia: “Julio, yo quisiera pasar el resto de mi vida como profesor de colegio, siento que Dios me hizo para esto.” A los seis meses, lo nombraron rector y me llamó. Desde entonces estoy en el colegio.”
Pregunta N.º 2: ¿Qué lo motivó a estudiar lo que terminó estudiando?
Respuesta del docente: “Yo creo que estudié la carrera equivocada. Ya después de ser ingeniero civil, hice unas pruebas vocacionales con Héctor Téllez y apuntaba a psicología, periodismo y derecho. Nada que ver con la ingeniería civil. Eso es una enseñanza para que los muchachos de hoy no escojan por los sentimientos que tienen sino por la realidad. Que se hagan una prueba de orientación profesional de una empresa conocida, que eso ayuda mucho.”
Pregunta N.º 3: Si le pusiera frente a su “yo joven” (de su niñez o adolescencia), ¿cómo cree que reaccionaría?
Respuesta del docente: “Sorprendido. La versión joven diría “¡Qué viejo tan aburrido!”, “¡No quisiera ser ese viejo tan aburrido!”. Mi versión joven era aventurera, se quería comer el mundo, ser presidente de la República de Colombia o quería ser escolta. Tenía muchas ideas porque era muy inmaduro, demasiado inmaduro. Entonces se sorprendería y de pronto hasta se desilusionaría en ese momento, pienso yo.”
Pregunta N.º 4: ¿Actualmente qué es lo más importante de su vida? ¿Por qué?
Respuesta del docente: “Es una respuesta trillada, pero lo primero que se me viene a la mente es mi familia. Mis hijos en especial, que de los errores del papá han aprendido. Yo les digo siempre a ellos mis errores para que aprendan de ahí, y pienso que lo están haciendo. Tengo una esposa maravillosa que me complementa en esta parte, porque yo pensé que nunca iba a ser fiel en la vida, pensé que mi matrimonio iba a ser un desastre. Encima de eso, lo más importante en mi vida es Dios. Dios me ha proporcionado lo que tengo hoy en día.”
Pregunta N.º 5: ¿Cuál es su momento favorito de su rutina diaria?
Respuesta del docente: “A mí me encanta estar acostado con mi esposa e hijos viendo Netflix y comiendo crispetas. Sé que parece un poco ridículo, pero ese momento para mí es especial. Otro es cuando estoy hablando con un alumno del colegio y estoy sintiendo que lo que yo le estoy diciendo le está llegando al corazón y que les puede servir para toda su vida. Son momentos únicos; estar con mi esposa, estar con mis hijos, y estar con mis estudiantes haciendo algo por su futuro. Así sea que a veces sienta que los estudiantes se olvidan de quién les dio esa idea, se olvidan de uno, pero uno no lo hace por eso. Uno lo hace para que tengan herramientas para enfrentarse a la vida.”
Pregunta N.º 6: ¿Tiene algún arrepentimiento? Si es así, ¿cuál es?
Respuesta del docente: “Yo conozco a mi esposa porque tomé un autobús en un segundo determinado. Tengo a los hijos que tengo porque tuvimos intimidad en ese segundo, de ese minuto, de esa hora, de ese día. Entonces si yo me arrepintiera de algo o quisiera cambiar algo, de pronto no voy a conocer a mi esposa. Por ejemplo, si hubiera seguido en Los Andes, quizás sería exitoso en la parte material. Pero ahora mismo no me arrepiento de nada, porque todos esos tropezones me sirvieron para conocer a mi esposa y tener a los hijos que tengo. Entonces no me arrepiento de nada.”
Pregunta N.º 7: Si tuviera que resumir en una frase la mayor enseñanza que ha tenido, ¿cuál sería?
Respuesta del docente: “Antes de dar un consejo, una opinión, o hacer un comentario sobre una persona, ponte en sus zapatos”. Eso tiene que ver con una enseñanza que nos dio Dios que siempre tengo en la mente, que es “Ama a los demás como a ti mismo”. Frase que he traicionado en muchas ocasiones.”
Pregunta N.º 8: Si pudiera cambiar algo de su vida actualmente, ¿lo haría? ¿Qué sería?
Respuesta del docente: “Pensando en futuro, sí cambiaría. Aprovecharía más el tiempo, ya que el tiempo de una persona mayor de cincuenta años como yo ya cumple la frase “El tiempo es oro”. Entonces cada minuto y segundo lo aprovecharía mejor. De que en las noches yo diga “Hice algo productivo”. Yo he recibido tanta formación, tanta enseñanza, tantas vivencias, que yo tengo que servir a los demás, dando algo de lo que la vida me ha dado, que es formación. Siento que no estoy dando todo lo que sé, todo lo que Dios me ha permitido saber y conocer y vivir. Es como cuando tú tienes una biblioteca grande y solamente lees dos libros. Yo siento que tengo muchas cosas por dar y que por mi falta de administración del tiempo no lo estoy haciendo correctamente.”