Por: Daniel Vásquez
Hamlet. Hamlet es una exquisita obra que representa a una sociedad ahora olvidada: una sociedad del honor, vergüenza, voluntad y venganza.
La historia cruel y triste de Hamlet comienza con la muerte de su padre, el Rey Hamlet: un Rey noble de buen corazón que ponía sus manos al fuego con tal de ayudar al pueblo y el cual lamentablemente fallece en circunstancias envueltas en un halo de misterio. Con la muerte del Rey, su hermano, un hombre cuyas características podían llegar a ser un antónimo con respecto a las de su allegado, se casa con su en ese momento yerna para poder llegar al poder y así ser el nuevo rey de Dinamarca, claramente el pueblo mantiene una posición escéptica con respecto a esta boda, pero finalmente se resigna.
La tragedia de Hamlet, el príncipe de Dinamarca (nombre completo del drama escrito por Shakespeare), comienza con dos caballeros que están preocupados por las apariciones nocturnas de un espectro en el castillo de Elsinor, ellos están sumamente preocupados no por el fantasma, sino porque el fantasma no es nadie más que el espíritu de su anterior Rey. Los caballeros, que estaban dudosos sobre si comentarle al príncipe o no, deciden hablarle al respecto, siendo el momento de reunión del padre con su hijo, el primer punto de inflexión de la obra. En esta fatídica reunión, Hamlet escucha la verdad sobre la muerte de su querido padre; su héroe, su figura principal para seguir, su padre fue asesinado vilmente por su hermano y tío del príncipe, asesinado de la forma más rastrera, vertiendo veneno en su oreja. Luego de encontrarse con su padre, en completa soledad, Hamlet pronuncia el primer soliloquio que nos hará darnos cuenta de su declive emocional, mental y espiritual: “oh, el tiempo está desquiciado, maldita suerte la mía que haya nacido yo para arreglarlo”. De esta frase podemos darnos una idea de los dolorosos pensamientos de responsabilidad del propio Hamlet con respecto a este suceso, ideas que medida más avanza la obra, más se van esclareciendo y transmutando de ideas a realidades; además que resume a la perfección las tempestades que tanto Hamlet perpetrará cómo recibirá.
En el segundo acto comienzan los preparativos de la venganza de Hamlet, y no hay mejor forma de llevar a cabo una venganza que por medio de un autoinducido ostracismo para poder llevar a cabo tus planes, por eso mismo, el príncipe optó por hacerse pasar por loco, loco de amor, locura dirigida hacia la hija de Polonio, asesor del rey, Ofelia. Claramente, estos comportamientos erráticos por parte de Hamlet, llegaron a preocupar a Polonio y teniendo él incluso que llevar a cabo una reunión secreta con el rey y la reina sobre los comportamientos de Hamlet, decidiendo así, llamar a buenos amigos de Hamlet y cortesanos del reino, Guildenstern y Rosencrantz con la misión de investigar los comportamientos del príncipe, situación que le vendría como anillo al dedo al mismo. Entonces Hamlet, con la ayuda de sus queridos amigos, opta por escoger el método de venganza de crear una obra de teatro, una tragedia que va a entretener a todos menos a dos personas, los viles asesinos del rey. En el proceso de llevar a cabo la susodicha obra, ocurren muchos puntos importantes para la trama. Cuando nos presentas a los actores, Hamlet comienza a interpretar con el Primer actor y Polonio un fragmento de la Ilíada, sumado a los pensamientos de Hamlet sobre el espectro. Aquí comienzan las alegorías propias de una obra renacentista a las historias clásicas. A esta alegoría la podemos interpretar de dos formas distintas, pero no dispares. La primera es sobre el asedio a Troya por medio del famosísimo caballo de Troya, y él, siendo en el contexto de la obra un asedio hacia la psique de los culpables del asesinato de su padre, un ataque que todas las personas van a pasar desapercibido, después de todo, solo los culpables del crimen conocen la verdadera versión de la muerte de su padre. La otra interpretación que le podríamos dar a la alegoría tiene que ver más con el mismo Hamlet, en los pensamientos que él tiene con el monólogo del final, donde afirma que el espectro puede ser el mismísimo diablo. En esta consiguiente interpretación, Troya ya no son los reyes; Troya es Hamlet, a su vez que el caballo ya no es la obra, sino un demonio que quiere destruir las relaciones del palacio. En cuanto a por qué Hamlet decide usar una obra de teatro, hay que entender que él todavía tenía cierto recelo, cierta incertidumbre sobre las palabras del espectro, palabras que no quería aceptar del todo. Entonces, usa la obra de teatro a modo de seguro para no dejarse llevar por sus emociones y tener total claridad de que los nuevos reyes sí son los culpables de la muerte de su padre, y así poder proseguir ahora sí, con total claridad (una acción bastante inteligente y de autocontrol si me lo preguntan).
Acto 3, El nuevo rey, Claudio, le está pidiendo un informe a Guildenstern y Rosencrantz, junto con la reina, Polonio y Ofelia, sobre los comportamientos erráticos de Hamlet. Los buenos amigos de Hamlet afirman no saber nada, entonces decide Polonio junto con el rey espiar la interacción de Hamlet con Ofelia, dejándonos el soliloquio más conocido de la literatura europea, el célebre “Ser o no ser, esa es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, o tomar las armas contra este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza?... Este es un término que deberíamos solicitar con ansia. Morir es dormir... y tal vez soñar.”
Para entender el soliloquio hay que rescatarlo en su idioma original, el verbo “to be”, que significa ser, parecer, y estar , lo cual es exactamente lo que está pasando con Hamlet, un príncipe noble de buen corazón que está haciéndose pasar por loco para dar con su venganza, siendo más bien un discurso de tinte moralista que existencialista, ya que tenemos que entender que el existencialismo de aquella época no estaba tan desarrollado como el de ahora, siendo la parte netamente existencialista la que sigue luego del “ser o no ser”, el “morir para dormir. Dormir soñar”, aunque el pensamiento con respecto al mundo de las ideas no es algo que sea propiamente de este periodo histórico, sino algo presente desde la antigüedad. Uno de los pensadores que dedicaron su tiempo para desarrollar los sueños fue René Descartes, pensador que afirmaba que no podemos diferenciar sobre que es un sueño o que es la realidad. De modo que cuando uno sueña, piensa que está despierto y al “despertar” trata los sueños como cosas que verdaderamente pasaron. En mi opinión, esta parte es la que verdaderamente está ligada a la duda de Hamlet sobre si llevar a cabo su obra. Hamlet estaba sufriendo verdaderamente el “tiempo roto” que decía tener que arreglar al finalizar el primer acto. Todavía está negando, todavía está en el dilema sobre si de verdad existe el espectro o son fantasías suyas. Volviendo al “ser o no” Hamlet continúa preguntándose si debería seguir actuando calmado y con un carácter estoico o deberá actuar en base la justicia, aunque eso lo lleve a sufrir mucho más que el mal inicialmente sufrido.}
El tercer acto continúa con la obra que Hamlet quería presentarle a los reyes. La obra escala a su clímax y toda la incertidumbre que tenía Hamlet sobre su tío se vuelven verdades cuando él lo ve sentirse sumamente incómodo hasta incluso dejar el espectáculo junto con su ahora esposa. Cosa que aprovecharía la madre de Hamlet para posteriormente llamarlo a su habitación y preguntarle sobre qué tiene él por la mente, al tiempo que Claudio ordena a Polonio seguirlos y esconderse en las cortinas para él luego saber sobre qué hablaron, craso error, puesto a que la conversación que tenía Hamlet con su madre escala a un punto en el que su madre, Gertrudis, tenía miedo sobre lo que podría llegar a hacerle Hamlet y empieza a llamar por ayuda. Momento en el cual Hamlet ve un movimiento en las cortinas y no duda en apuñalar a quien sea que esté detrás de ellas pensando el que ese fuera su tío, pero no , la persona a la que acaba de apuñalar es el padre de su amada, muriendo en el acto. Hamlet, al darse cuenta de lo ocurrido, huye de la escena, este siendo el segundo punto de inflexión de la obra.
El cuarto acto es el resultado de las acciones de Hamlet a finales del tercero. Gertrudis y Claudio quieren saber el paradero del cuerpo de Polonio, mientras Hamlet, dice de manera muy jocosa el paradero del mismo, dando a entender su caída a la locura. Entonces, para "protección" de Hamlet, Claudio lo manda a Inglaterra. Posteriormente, llama al hijo de Polonio, Laertes, para explicarle lo ocurrido con su padre, cosa que hace en compañía de su hermana Ofelia, quien atravesaba un momento de inestabilidad mental que se podía apreciar en las canciones referentes a la muerte de su padre a manos de su amado. Luego de un intento fallido de todos los presentes, consolar a la muchacha se les hace imposible y esta se retira. Claudio le propone algo a Laertes: retar a Hamlet a un duelo con su estoque envenenado para así tener más probabilidad de ganar, entonces, de la nada, entra una Gertrudis muy exaltada diciéndoles que Ofelia murió ahogada en un lago, muy probablemente siendo ella misma la decidió terminar con su martirio.
El quinto acto comienza con un Hamlet entrando al reino de incógnito, entonces para saber sobre la situación actual, habla con unos sepultureros y escucha rumores sobre su locura y sobre la muerte de Ofelia, siendo el propio sepulturero quien la enterró, entonces aparece Laertes para retarlo a un duelo en el momento, pero deciden dejarlo para otra ocasión con más preparación. El último aliado que le quedaba a Hamlet en ese momento, Horacio, le recomienda que no vaya a ese duelo puesto a que sentía que podría estar amañado y estaba profundamente preocupado por su amigo, pero Hamlet hace oídos sordos y no les da importancia a las palabras de Horacio. El día del duelo llegó y son recibidos con trompetas y vítores. El duelo comienza y tal como tenían planeado, en el segundo asalto, Hamlet decide hacer una pausa para tomar vino de una copa envenenada, pero su madre lo detiene y ella misma toma de aquella copa. En el tercer asalto, La punta ponzoñosa corta a Hamlet, y Hamlet Apuñala también a Laertes, quedando éste muy malherido. Terminando el combate muere Gertrudis a manos del veneno preparado por Claudio que residía en la copa de vino, Hamlet no entiende muy bien qué está pasando y Laertes en su lecho de muerte le dice sobre los venenos. Al enterarse de lo sucedido, Hamlet apuñala a Claudio y lo hace beber su propio veneno, matándolo en el acto. Luego Laertes le dice a Hamlet que él no tuvo la culpa de nada para morir al terminar su monólogo.
Con la muerte de Laertes entran embajadores para anunciar la llegada triunfal de Fortinbrás, primo de Hamlet, para que poco después Hamlet muriese a causa del veneno del estoque de su rival. Horacio le encomienda a Fortinbrás tanto el reino de Elsinor como la ceremonia fúnebre de Hamlet, peticiones que acepta, dando así por terminada la obra.