7. EN OTRA VIDA
Intenté de mil formas posibles encajar en tu mundo,
pero en todas esas formas fallé.
Fallé en el intento. Fallé en las ganas que fueras tú.
A veces pienso que no soy merecedora de ti,
o tal vez, que no eres tú digno de mí.
Lo sé, lo sé. Eso suena algo arrogante,
pero, ¿qué explicación tengo si la busco y no la encuentro?
Lo hago para que el corazón entienda la información que le manda el cerebro,
porque él sí razona.
No ha sido fácil, cada vez se complica más el proceso.
Será en otra vida porque en esta no se pudo.
Será en otra vida porque en esta no fue.
¿Será en otra vida?
¡No sé!
Quizás, tal vez.
Se enamoraron apenas se vieron,
en ese pequeño lapso donde uno llegaba cuando el otro salía.
No les importaba pasar su jornada solos el uno sin el otro,
no importaba, porque cuando se veían era tan enigmático su momento,
uno dándole luz a la oscuridad
y el otro siendo la cálida luz del día.
Ella, siempre tan bella, tan majestuosa, tan perfecta,
aquella que inspira con solo verla.
Él, tan imponente, arrasador, tan fuerte,
y, aun así, se complementaba con la dulzura y sutileza del momento.
Eran años, décadas; no importaba cuánto tiempo pasara,
su encuentro era perfecto, único y especial.