Poesía de mi corazón,

soledad de mi cuerpo,

soneto que no sigo.

Expreso mi querer de contigo a libre

verso dejar de sentir lo que yo contigo siento.

Maldigo, maldigo tu pureza,

que alma mía transporta,

a mi mente corrupta señala

las falencias que me sobran.

Y añoro sentir primero los sentimientos

de aquel joven soñador de mil estrellas,

cuya alma asonante abría

por primera vez un libro.

Termino yo mi pequeña divagación

con cierta frase de cierto pobre hombre

en mi misma situación:

"¿Será que divago tanto porque nada hago yo,

o será, o será que no hago nada porque divago tanto?"